Pacto de Iglesia - Consignados en los Estatutos
de la Iglesia Bautista “El Lindero Antiguo”,Registros Públicos Partida Nro. 13308202-Sep 2014
Y teniendo la convicción de haber sido guiados como creemos, por el Espíritu de Dios, para recibir al Señor Jesucristo como nuestro Salvador, y por la profesión de nuestra fe habiendo sido bautizados por inmersión en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Ahora vamos a hacer un pacto unos con otros, como un solo cuerpo que somos en Cristo, y lo hacemos delante de la presencia de Dios, de los ángeles y de esta asamblea, y de la manera más solemne y con gozo.
- Prometemos, con la ayuda del Espíritu Santo, andar juntos en amor cristiano; esforzarnos en el progreso de esta iglesia en conocimiento, santidad y bienestar; promover su desarrollo y su espiritualidad; asistir fielmente y sostener sus servicios, ordenanzas, disciplina y doctrinas; contribuir fija y gustosamente para el mantenimiento del ministerio, los gastos de la iglesia, la ayuda a los pobres y la promulgación y la predicación del evangelio del Señor Jesucristo a todas las naciones.
- Prometemos mantener y cultivar las devociones familiares y personales; educar cristianamente a nuestros hijos, procurar la salvación de nuestros parientes, de nuestras amistades y de toda la humanidad en general; andar separados del mundo; ser justos en nuestros tratos y acciones, fieles en nuestros compromisos e irreprochables en nuestra conducta; evitar la fornicación y el adulterio, los chismes, la difamación y el excesivo enojo; a vestir modesta y apropiadamente; abstenernos de la venta y el uso de las bebidas intoxicantes o alcohólicas que dañen al cuerpo y deshonran a Dios; abstenernos del uso de las drogas para propósitos que no son medicinales y la práctica de juegos de riesgo; y a ser causa de tropiezo a otros creyentes o impedir el conocimiento de Cristo; y ser celosos en nuestros esfuerzos por el engrandecimiento del reino de nuestro Salvador.
- Prometemos cuidarnos los unos a los otros en amor fraternal; recordarnos mutuamente en oración; ayudarnos los unos a los otros en las enfermedades y en las angustias; cultivar la simpatía cristiana en el sentimiento y en la cortesía de nuestro hablar; ser tardos para ofendernos y estar prestos siempre para la reconciliación, teniendo en cuenta los preceptos de nuestro Salvador, para reconciliarnos sin tardanza.
- Prometemos, finalmente, que cuando tengamos que cambiar nuestra residencia a otro lugar, nos uniremos tan pronto como nos sea posible a otra iglesia de la misma fe y práctica, en donde podamos continuar desarrollando el espíritu de este pacto y los principios de la Palabra de Dios.
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